Utilizando el censo para investigar tus apellidos
La búsqueda de información acerca de los apellidos de nuestra familia puede ser una tarea emocionante y fascinante, sin embargo puede resultar difícil sin una guía adecuada. Una forma útil de investigar tus apellidos es mediante el uso del censo.
La historia del censo se remonta a la época de los egipcios, quienes ya llevaban registros de la población cada pocos años. En Estados Unidos, el primer censo oficial fue en 1790 y se ha realizado cada 10 años desde entonces, lo que nos proporciona una gran cantidad de información y registros.
El censo incluye información detallada sobre la población y sus antecedentes, lo que puede ser una herramienta crucial para la investigación de la genealogía y de los apellidos. A continuación, compartimos algunos consejos para utilizar el censo en la investigación de tus apellidos.
1. Comienza por recolectar información básica de tu familia
Antes de adentrarte en el censo, es importante recopilar cierta información básica sobre la historia de tu familia. Anota los nombres completos de tus padres, abuelos y bisabuelos, así como sus fechas de nacimiento, matrimonios y fallecimientos. También puedes buscar árboles genealógicos en línea o documentos familiares que puedan ayudarte a reunir más información.
2. Encuentra el censo más cercano al nacimiento del patriarca
Una vez que hayas reunido información básica, busca el censo más cercano al nacimiento del patriarca o matriarca de tu familia. Los primeros censos generalmente incluían solo el nombre del jefe de familia, su rango de edad y el número de personas en el hogar. Posteriormente, los censos se volvieron más detallados y a partir de 1850 incluyeron el nombre de cada persona en el hogar, su edad, género, lugar de nacimiento y ocupación.
3. Realiza búsquedas específicas
El censo puede resultar abrumador, especialmente si tienes poca información de referencia. Para hacer la búsqueda más específica, utiliza el nombre completo de la persona, junto con su fecha de nacimiento y lugar de residencia. También puedes buscar apellidos comunes en la zona, ya que esto puede ayudarte a encontrar a familiares cercanos.
4. Examina los datos con detenimiento
A medida que revises el censo, asegúrate de examinar los datos con detenimiento y prestar atención a la ortografía y a los errores en la transcripción. Los apellidos a menudo se han cambiado o mal escritos, lo que puede dificultar la identificación de un familiar. También es importante comparar los datos del censo de diferentes años para identificar posibles cambios de dirección o migraciones de la familia.
5. Utiliza herramientas de investigación para ampliar tu búsqueda
Además, existen muchas herramientas en línea para ayudarte a ampliar tu búsqueda y llevar tu investigación al siguiente nivel. Por ejemplo, puedes buscar registros de matrimonio, defunción y nacimiento, así como registros de propiedad y registros militares. Todo esto puede proporcionar información clave sobre tu apellido y la historia de tu familia.
En conclusión, la utilización del censo es una valiosa herramienta para investigar los apellidos y la genealogía de la familia. Si te encuentras abrumado o has llegado a un callejón sin salida en tu investigación, no dudes en solicitar ayuda de otros investigadores o expertos en genealogía. ¡Buena suerte en tu búsqueda!